La Escuela de Comercio conmemoró su aniversario y agasajó a sus jubilados.
El 16 de junio nuestra escuela conmemoró un año más de su fundación. Las actividades de esta fecha tan cara a los sentimientos de la comunidad fueron organizadas por el área Ciencias Sociales.
El acto se inició puntualmente y contó con la presencia de gran parte del personal, alumnos del Ciclo Básico y padres. Tras la entrada solemne de las banderas de ceremonia, se entonó el himno y la marcha de Entre Ríos con música de la banda del Regimiento la que nos acompañó gratamente y deleitó a la concurrencia con algunos temas de su repertorio.
Se aprovechó este día tan especial para homenajear a los docentes recientemente jubilados. Una excelente idea del equipo directivo, reconocer la trayectoria y calidad humana de estos colegas. Contamos con la asistencia de Carlos Biasizo , siempre de buen ánimo y divertido, Magdalena Bellini a quien le sentó fantástico la jubilación, Marita Simonetti, con su cordialidad y dulzura, Mónica Bilche con su calidez, la ex secretaria Mirta Portugau, Chiqui Raya, siempre simpática, Luis Fonseca, con su característico aplomo, Raquel Muñoz y Lilian Delsart, tan elegantes, ambles y lindas como siempre. Para todos los docentes del establecimiento significó un gratísimo reencuentro. Los jubilados recibieron con gran emoción un obsequio y una distinción.
Las nubes dejaron caer unas gotas que hicieron temer la suspensión del acto, sin embargo, el tiempo fue benévolo y “esperó” hasta que todo finalizara.
El acto continuó con la tradicional entrega de la insignia de la escuela a los chicos de primer año, como símbolo de su pertenencia a esta prestigiosa institución; así se los hizo notar el vice-presidente del Centro de ex alumnos Alfredo Malleret : “a partir de ahora tienen el orgullo de pertenecer a la Escuela de Comercio Nº1”. Luego de que padres y docentes colocaran las insignias en los pechos de los jóvenes estudiantes, se dio por finalizado el acto y… la lluvia nos dispersó…
Todos los docentes, personal administrativo y equipo de conducción junto con los jubilados compartieron un lunch. Un brindis, sin champagne (por la hora…) pero pletórico de alegría y buenos recuerdos, dio por concluido un día de fiesta, inolvidable. Es de esperar que se repita el próximo año.
La lluvia, sirvió para lavar el patio pero no empañó la celebración y mucho menos, los corazones, que partieron a casa tan brillantes como el sol.
Prof. Marina Fornasari
Hola,queria saber donde puedo conseguir las fotos de ese dia. Gracias.
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